Siempre me he considerado un sinvergüenza. En el mejor sentido de la palabra. La interpretación me permite viajar a mi interior y explorar energías y sensaciones que no podría experimentar en ninguna otra profesión, además de conocer a artistas de todo tipo que me ayudan constantemente a crecer y a desarrollarme como artista. Esto me apasiona. No me puedo dedicar a otra cosa.